viernes, 24 de octubre de 2008

Santa Teresa.

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Todas las mujeres envidian los orgasmos de Santa Teresa. Pero lo que no saben es que Santa Teresa le envidia la Vuitton a, pongámosle, Susana Giménez. "Si hubiese existido en mi época, no me hacía monja" dicen que dice ella sentada parnasamente en el regazo de su macho pobre. Pero a veces se encapricha: "¡Traeme una Vuitton!", los otros escuchan que ella le grita. Y él, con su paciencia infinita, le clava el rayo de otro orgasmo celeste. Luego de acomodarse los setecientos siete pliegues de su falda, ella se va silbando bajito.


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1 comentario:

Anónimo dijo...

Ajajja bueníiisimo... Santa Teresa y la Vuitton. Yo me acerco más a la Vuitton :P

("silBando" chei)

Mar