miércoles, 23 de diciembre de 2009

Click II

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Suena Lou Reed de fondo. La voz da la impresión de llenar el espacio vacío de ese bar semiabandonado, repleto de escombros. Es noche, Ciudad Vieja, Montevideo, invierno, cerca del puerto, creo. Entramos levantando la reja metálica. Los vidrios están rotos, y salto entre las piedras del mostrador demolido para entrar en calor. Subimos por una escalera de albañil hasta un entrepiso, en donde se improvisó una mesita con un carril de cables. A los costados, libros apilados; en la mesa una copa con vino. Me confundo y no sé si fue esa vez que nos quedamos sentados en la puerta, esperando a que salga el colectivo de la terminal de enfrente, hablando de The Devils. Hoy veo la foto y siento que el recuerdo no me pertenece. Como si se le hubiesen ido las palabras y yo quedara extranjero, fuera de esa lógica. La foto me muestra, pero no me habla. O tal vez es que ya no entiendo su idioma.

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1 comentario:

Celeste Blanco dijo...

A veces lo mejor, es cuando el recuerdo nos deja de pertenecer. Me gustó eso porque la verdad que en algunos recuerdos es mejor sentirse extranjero. Gracias al tiempo, jeje.