martes, 1 de diciembre de 2009

Nueva Literatura Argentina II

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Estábamos en el colegio EEM N°24 en Ingeniero Budge el día veintiseis de noviembre, a punto de hace un exámen de Lengua. De repente el profesor se empezó a sentir mal. Se descompuso, entraba y salía del aula, iba y venía del baño. El decía que estaba embarazado, que estaba por parir. Se desmayó y llamamos a la ambulancia, estábamos muy nerviosos porque no sabíamos ni entendíamos lo que estaba pasando.
Llegó la ambulancia y se lo llevó, después de dos horas él despertó, pero no sabía en dónde estaba, no estaba ni en el establecimiento, ni en su casa ni en el hospital. Estaba en un lugar oscuro, sucio, un lugar muy raro; él quería salir de ese lugar, buscaba la salida pero no la encontraba, era un lugar completamente cerrado, muy oscuro. El se sentía bien a pesar de que tenía una panza muy grande, se puso muy nervioso y empezó a gritar y a caminar de un lado para otro.
Dos horas después se empezó a sentir mal nuevamente, empezó a transpirar mucho, le empezó a doler la panza y la panza se movía de un lado para otro como si fuera que le iba a salir algo muy grande de adentro. De repente le empezó a crecer mucho la espalda hasta que le salieron dos alas gigantes y la panza le crecía cada vez más. Todo el cuerpo se le empezó a poner de color rojo y sus ojos de color bien verde. Se empezó a asustar mucho, y a crecer. Después de un buen rato se le reventó la panza y él salió volando, cuando empezó a crecer rompió el techo del lugar, y salió volando. Se había convertido en un pájaro rojo gigante con ojos bien verdes.
Y así siguió su vida como pájaro; al principio le pareció muy extraño, pero al pasar el tiempo se acostumbró a su vida de pájaro.

Jacqueline.
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1 comentario:

Celeste Blanco dijo...

woooooooooooooooooooowww!!! mandale mis felicitaciones a esa chica. Fantástico. Le gustará Kafka?